Fotógrafa y artista plástica, nacio el 13 de agosto de 1972 en Tlaxcala, México, Actualmente es directora del festival internacional de fotografía Foto13 que se lleva acabo en Tlaxcala. Ha realizado mas de 150 exposiciones fotográficas y de arte objeto, en diferentes países. Como Francia, Jápon, España, Colombia y varios más. una de sus principales actividades es la el elaboración de muñecas y muebles con materiales reciclados. Las muñecas han sido expuestas en diferentes centros culturales, galerías y en las vitrinas del metro Pino Suárez en la CDMX. Su obra ha sido publicada en diferentes medios impresos y electrónicos.
Título: Máiz arcoiris
Maíces de la familia de Simón Angoa y Ana en San Juan Ixtenco, Tlaxcala México Durante tres años he documentado a la familia Angoa considerados, los guardianes del maíz de este pueblo otomí.
Como los maíces de Ixtenco, Malena Díaz también posee una diversidad ancestral genética que se expresa en su persistente creatividad cultural. Su ADN contiene rasgos distantes provenientes de todos los rincones del mundo: la enigmática Africa, la esplendorosa Europa, la sabiduría del lejano Oriente y por supuesto, la virtud y el arte de Mesoamérica viven en ella. El amor por nuestros maíces y sus colores desbordan una sensibilidad profunda que acaso deviene de esa constelación genética de nuestra autora. Los maíces de Ixtenco son resultado de una cultura que ha sido preservada por miles de años, y en la composición genética de su ADN está presente su capacidad de adaptación, resistencia y variabilidad; un proceso semejante que los hombres y mujeres de estas tierras han desplegado en la historia, y que hoy, a través de sus manos creativas y la sensibilidad de su interior insondable da a conocer por medio de su obra.
Todos somos de todos
Mis padres son de una comunidad indígena de la sierra de Túliman, Puebla.
Casi nunca me cuestione el pasado, en la casa solo se hablaba español y nahuatl., no pensaba nada, nada solo existía y convivía con la naturaleza, mi única ocupación era subir los árboles y caminar en los terrenos, jugar con los perros e ir a la escuela.
Una vez me contaron que mi abuela era hija de un extranjero unos dicen que era húngaro, otros que inglés, que francés, la verdad no lo se, uno nunca sabe la verdad, pero mi abuela era de pelo y piel clara, con ojos azules. Eso no importaba cuando me mude a CDMX algunos compañeros de trabajo eran despectivos y hasta me decían Mari Chuy, porque soy de piel morena y ojos oscuros. Yo creo que fui muy querida por mis padres y hermanos, porque ningún comentario nunca me hizo sentir menos, ahora recuerdo cuando dicen si alguien llega con un regalo para ti, tu decides si lo aceptas, o no. Yo nunca acepte sus palabras.
En uno de mis primeros viajes a una comunidad indígena me sentí extranjera, porque así me miraban y yo no entendía porque, y hasta ese momento dije… si aquí todos somos mexicanos.
Una vez caminaba por un callejón de Toulouse Francia, y sentí que ya era francesa, porque tenía mas de 10 años comiendo, vistiendo, caminando y en el invierno llegue a sentirme deprimida como ellos. Pase frente a una vidriera, mire mi figura morena con ojos oscuros, entonces inmediatamente recordé que no era francesa
Cuando me invitaron a hacerme la prueba de ADN me resulto interesante.
Cierto esperaba encontrar el lado europeo por aquello del bisabuelo, del cual ni siquiera se su nombre. Mis resultados muestran que tengo parte del sureste de India, sudeste asiático, África, obvio de todo México, en resumen siento que una parte de mis antepasados fueron viajeros, no mis abuelos, que siempre vivieron en el mismo pueblo, con la misma gente, como dice la canción de Juan Gabriel, fueron otros, que caminaron, que navegaron, que volaron, otros que no conocí hasta ahora, que mi ADN me dice por donde anduvieron,
Pero el único pasado que recuerdo, porque me lo contaron, es el de mi bisabuelo y abuelos, en mis recuerdos ya no hay más pasado, ya nadie me platicó más.
Actualmente hablo con mi hija y amigos de la importancia de recobrar nuestra memoria, para cuidar nuestro cuerpo, despegarnos de la vida sedentaria y capitalista, el consumo excesivo, recuperar la memoria para alimentarnos, para caminar, bañarnos en un río limpio, conectar con la naturaleza y los animales.
Me gusta pensar que esa información esta en mi “Memoria Genética”, en la vivencia y experiencia de mis ancestros. Desde ellos hasta mi, y desde mi hasta las siguientes generaciones
Todos somos de todos,